Contar con una nómina cada comienzo de mes es lo que más comodidad y estabilidad nos da. Una nómina es un factor clave que nos ayuda a garantizar nuestra solvencia económica.
Sin embargo, el mero hecho de recibir una mensualidad no es garantía de nada: una mala administración de lo que haces con ella puede llevarte a tener dificultades para llegar a fin de mes.
En este artículo revisaremos las mejores prácticas para sacarles el máximo partido a tus ingresos. Además, revelaremos algunas técnicas que te ayudarán a ahorrar, pero también a gastar con prudencia.
Optimiza tu nómina: la retribución flexible
Entender bien tu nómina y sus mecanismos es el primer gran paso para sacarle el máximo partido a tu sueldo.
En España, en toda nómina los ingresos se encuentran desglosados en el apartado de devengos. Allí nos encontramos con un componente fijo, el salario base, junto con una serie de complementos que completan ese salario base (fijado por la empresa o por convenio).
Pues bien, al contrario de lo que muchos piensan, es posible como trabajador participar en el diseño de la propia nómina, y esto se consigue a través de la retribución flexible.
La retribución flexible es una fórmula para que puedas participar en el diseño de tu nómina. Como trabajador puedes optar por destinar parte de tu nómina (con un máximo del 30 %) a la contratación de servicios básicos para tu conciliación y bienestar como pueden ser los vales de comida, los seguros médicos o un cheque guardería.
Pero contratar estos servicios a través de la retribución flexible no solo implica beneficios en bienestar y conciliación, sino que es una medida para optimizar tu nómina y, por lo tanto, ahorrar.
El ahorro es uno de los factores clave que hay detrás de cada paquete de retribución flexible. Esto se debe principalmente a las ventajas fiscales que caracterizan a estos servicios, ya que están exentos de IRPF.
Por ejemplo, si fueras un empleado con un sueldo bruto anual de 30.000 € y optaras por contratar a través de la retribución flexible un cheque restaurante para comer 20 días al mes, un bono de guardería para tu hijo/a menor de 3 años (con un importe mensual de 200 €) y un seguro de salud para ti, tu pareja y tu niño/a (en total, 282 € al año), tu retención mensual de IRPF sería de 11,54 %. Pero en el caso de contratar estos servicios de manera ordinaria, no te beneficiarías de ninguna de las ventajas fiscales anteriormente citadas y tu retención de IRPF sería del 14,81 % al mes.
Aunque esta diferencia de porcentajes quizás no te llame la atención, a efectos prácticos representa un ahorro de 1.528 € al año solo por el hecho de haberlos contratado mediante la retribución flexible.
En definitiva, la retribución flexible, lejos de suponer un sacrificio de parte de tu sueldo, es una inteligente maniobra de ahorro. Ahora bien, lógicamente, esta no es la única fórmula para lograrlo.
Ahorra
Sacarle el máximo partido a tu salario significa poder disfrutar del dinero que has conseguido con tu esfuerzo. Por eso, depende en gran medida de tu actitud hacia el ahorro.
Para ello, el primer paso no es otro que establecer unos objetivos claros de ahorro. No es lo mismo ahorrar para irte de viaje, para tener margen para comprarte el coche que siempre quisiste o simplemente para llegar mejor a fin de mes. Definir tus objetivos sin duda te ayudará a fijar una cantidad de ahorro mensual para cumplirlos.
Si, por el contrario, tus objetivos no están del todo claros, una práctica muy seguida consiste en destinar el 10 % de tu nómina al ahorro. Con solo un 10 % de ahorro continuo no se tarda en generar lo suficiente para contar con una cuenta de jubilación, para invertir o para comprar aquello por lo que ahorraste.
