La atracción y retención del talento es uno de los retos para las empresas de cualquier tamaño y de todos los sectores. Por eso, las políticas de recursos humanos actuales van un paso más allá de la retribución económica. Hoy piensan en fórmulas creativas para pagar mejor que no tienen por qué costar más dinero.
El salario emocional, ayudar a los empleados a vivir mejor
Todos los estudios demuestran que los empleados valoran aspectos como la flexibilidad, la conciliación o el reconocimiento incluso más que el propio sueldo. Las medidas relacionadas con cualquiera de ellos serán muy apreciadas por la plantilla y no suponen un coste monetario.
Actualmente conviven en la empresa diversas generaciones con distintas aspiraciones y propósitos. No es lo mismo motivar a un millenial que a un baby boomer. ¿La clave? Conocer bien a la plantilla y ofrecer a cada uno propuestas ajustadas a sus necesidades.
Retribución flexible, permitir al empleado diseñar su propio sueldo
Otra forma de mejorar el poder adquisitivo de los empleados sin que suponga un coste salarial extra para la empresa son los planes de retribución flexible. Con ellos, es posible recibir el 30 % del sueldo en productos y servicios destinados a mejorar la calidad de vida. Gracias a la exención fiscal de la que gozan, el resultado es que los empleados reciben más dinero neto sin que a la empresa le suponga un aumento de los gastos salariales.
¿Sus puntos fuertes?
- La posibilidad de personalización. Los empleados con hijos pequeños pueden estar interesados en servicios relacionados con la guardería de los niños, mientras que los de mayor edad pueden preferir seguros de salud u otro tipo de beneficios.
Además, el servicio preferido por los empleados de cualquier edad, los cheques y tarjetas de comida, ha protagonizado un reciente aumento en la exención fiscal, con lo que utilizarlos ahora resulta más beneficioso que nunca. - Las nuevas tecnologías y las plataformas online. Con ellas es muy fácil calcular los ahorros que supone cada opción. En la actualidad, permiten que sea el propio empleado el que configure su sueldo en función de sus verdaderas necesidades.
No se trata de soluciones exclusivas para las grandes empresas, sino que también las pymes pueden aprovechar sus posibilidades para pagar a sus empleados como las grandes compañías.
Tanto el salario emocional como la retribución flexible son estrategias que han demostrado su efectividad y no suponen un coste salarial añadido para la empresa.