Retribución flexible en la pequeña empresa
18 Julio 2019
Vivimos en un momento en el que el empleado está permanentemente conectado a su trabajo. Además de la jornada laboral en sí, gran parte de los empleados debe responder cuestiones laborales desde su casa debido a la tecnología digital. Esta situación explica la tendencia al desequilibrio entre la vida laboral y profesional de los empleados, que puede originar un descenso del rendimiento profesional.
Muchas organizaciones han encontrado la solución a esta tendencia proporcionando servicios destinados a mejorar la conciliación y el bienestar de sus empleados, como los vales de comida o los servicios de guardería. Sin embargo, para la mayoría de las pequeñas empresas, que normalmente cuentan con un presupuesto limitado, es casi imposible asumir económicamente este tipo de servicios.
La retribución flexible
Una solución a este problema es la retribución flexible, una medida de compensación que potencia el bienestar del empleado al tiempo que produce un impacto positivo en la pequeña empresa o micropyme.
También llamada retribución a la carta, hablamos de una política que consiste en el intercambio de parte del salario del empleado por servicios conciliadores que se integran en el paquete retributivo.
Hablamos de una práctica donde todos salen ganando: por un lado, cada empleado beneficiado gestionará su tiempo de forma más eficiente, ya que se librará de algunas preocupaciones diarias y desarrollará mejor la multitarea, algo fundamental en una pyme.
Por otro lado, la pequeña empresa ofrecerá servicios de bienestar, que generan motivación y fomentan la productividad de sus empleados sin tener que aumentar la masa salarial.
Cuando hablamos de retribución flexible, no podemos olvidar que:
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Se adapta al empleado y a la pyme Por una parte, es la pequeña empresa la que decide qué servicios ofrecer y cómo personalizarlos según las necesidades de sus trabajadores. Por otra, estos últimos eligen en qué cantidad y a qué servicios se adhieren.
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Tiene ventajas fiscales Estos servicios están exentos de IRPF, cotizan a la Seguridad Social y, además, son 100 % deducibles del impuesto de sociedades. Generan un gran ahorro al empleado, ya que, al pagar menos impuestos, aumenta su salario disponible.
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No incrementa los costes salariales El pago destinado a estos servicios se extrae directamente del salario bruto del empleado.
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Cuenta con un límite. El importe destinado por el empleado no puede ser en ningún caso superior al 30 % de su salario bruto.
¿Con qué tipo de servicios podemos contar a la hora de implementar la retribución flexible?
Los servicios de retribución más demandados por los empleados de las pymes son aquellos que ofrecen soluciones en los problemas cotidianos y favorecen el ahorro gracias a sus ventajas fiscales:
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Tickets para restaurante o tarjetas comida. Eliminan el tiempo que se pierde con una preocupación básica como es la comida. Están exentos de IRPF hasta 11 € por día, por lo que suponen hasta dos meses de ahorro para el empleado.
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Cheques de guardería. Permiten a los empleados con hijos de hasta tres años beneficiarse de ventajas fiscales en el pago de la escuela infantil y sin límite de exención de impuestos. Suponen hasta tres meses de ahorro en el servicio de guardería para el empleado.
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Tarjetas de transporte. Ayudando a tus empleados a llegar a las oficinas a tiempo, obtendrás una exención de hasta 1.500 € al año y les generarás hasta tres meses de ahorro.
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Seguros de salud. Están exentos hasta 500€ por beneficiario. Su contratación implica hasta tres meses de ahorro para el empleado.
Ventajas de la retribución flexible en la pyme
Todos estos servicios están pensados para satisfacer los problemas de conciliación de los empleados; no obstante, implementando esta política retributiva beneficiaremos a la pequeña empresa a todos los niveles, ya que la retribución flexible:
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Incrementa la satisfacción, la motivación y la productividad de los empleados. Las políticas conciliadoras aumentan la satisfacción y la motivación del trabajador, por lo que se reducen fenómenos como el absentismo y la rotación de personal. Además, es un hecho que la motivación es un factor que potencia la productividad y el rendimiento personal.
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Optimiza los gastos de personal. La retribución flexible permite a los empleados disfrutar de una serie de servicios fiscalmente ventajosos que suponen un aumento en su salario neto disponible.
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Mejora la imagen de la pequeña empresa. Al ofrecer la retribución flexible, la empresa ofrecerá algo más que una clásica política salarial. Así, la presencia de servicios que promueven la conciliación y el bienestar son cuestiones cada vez más valoradas por los potenciales empleados de hoy en día.
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Ahorra tiempo desde el primer momento. Todas las ventajas antes mencionadas ayudan a que cada empleado de nuestra pyme cuente con más tiempo y recursos para realizar las funciones que le corresponden. Por ejemplo, la pequeña empresa se ahorra inconvenientes como el absentismo o la rotación del personal. Además, hablamos de un sistema que simplifica las gestiones al unificar criterios y posibilidades en la política salarial.