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¿Cómo calcular una indemnización por despido procedente?

3 Junio 2024

Dominar el cálculo de la indemnización por despido procedente es una habilidad crucial para gestionar las salidas de talento de manera justa y transparente. Este procedimiento demanda una meticulosa atención a los pormenores y una comprensión exhaustiva de las normativas del derecho laboral.

Ahora bien, ¿sabías que el cálculo adecuado de esta indemnización es esencial para evitar conflictos legales y garantizar la equidad? Juntos, vamos a profundizar en los detalles en este artículo.

¿Qué es la indemnización por despido procedente?

La indemnización por despido procedente es una compensación económica que se otorga al empleado cuando su contrato se termina por razones objetivas o disciplinarias justificadas por ley.

La finalidad es compensar al empleado por el cese de sus ingresos habituales y ayudar a su reintegración al mercado de trabajo.

Según lo establece la ley, el monto de la compensación laboral debe ajustarse en relación con la duración del empleo y el sueldo percibido por la persona. 

Factores que influyen en el cálculo de la indemnización por despido procedente

Cuando toca calcular la indemnización por despido procedente, sale la pregunta: “¿Qué debo tener en cuenta?”

Pues bien, hay varios factores clave que influyen en la cuantía final. Vamos a desglosarlos de una forma sencilla y directa para que no haya lugar a dudas.

Años de servicio

Primero, hablemos de la antigüedad del empleado. ¿Cuántos años de trabajo lleva en la empresa? Es un componente esencial.

La cantidad de la compensación se elevará en relación directa con los años de servicio. Es como si cada año trabajado fuera sumando puntos en una cuenta invisible que, cuando llega el momento del despido, se traduce en euros.

¿Parece complicado? No tiene por qué serlo. Piensa en los años de servicio como el reconocimiento a la dedicación del empleado; cada año cuenta.

Salario

Aquí no se trata solo del salario base, sino también de los complementos salariales que recibe el empleado por regla general.

¿Incluye comisiones, horas extra o bonificaciones? Todo eso cuenta. Así que, asegúrate de revisar bien la nómina del empleado para no dejar nada fuera. El salario no es solo un número, refleja el valor del trabajo realizado. 

Condiciones del contrato

Por último, no olvides las condiciones del contrato. Esas son las reglas del juego que se aceptaron desde el principio.

¿La naturaleza del contrato del trabajador es permanente o por un plazo determinado? ¿Hay cláusulas específicas que mencionan indemnizaciones? Estos detalles cambian la ecuación.

Por ejemplo, en algunos contratos temporales se puede pactar una indemnización específica en caso de despido antes de la fecha de finalización.

Paso a paso para calcular una indemnización por despido procedente

Cuando te enfrentas a la tarea de calcular una indemnización por despido procedente, es crucial tener claridad en el proceso y asegurarte de que todo se maneje con justicia y transparencia. 

A continuación, te ofrecemos un paso a paso para que puedas avanzar a través de este procedimiento con seguridad y tranquilidad.

Paso 1: Identificar el salario anual bruto

Primero, debes obtener el salario anual bruto del empleado. Esto abarca no solo el sueldo base, sino también los demás incentivos financieros que se otorguen, tales como bonos o incentivos.

¿Sabías que incluso las pagas extras se deben considerar en este cálculo? Así es, todo cuenta para obtener una cifra precisa.

Empieza por determinar el salario anual del empleado. Para ello, suma los salarios brutos de los últimos 12 meses. Después, procede a dividir este número por 365, que corresponde al total de días en un año. Así obtendrás el salario diario del empleado.

Fórmula:

Salario bruto total x 12 meses ÷ 365= Salario diario del empleado

Paso 2: Determinar los años completos de servicio

El siguiente paso consiste en establecer la duración del período laboral del empleado dentro de la empresa. Solo se tomarán en cuenta los años completos para el cálculo de la compensación por despido procedente del contrato laboral.

Por ejemplo, si un empleado trabajó durante 5 años y 7 meses, solo se considerarán 5 años. ¿Parece sencillo, verdad? Pero no olvides que cada detalle es importante.

Paso 3: Aplicar la fórmula de cálculo según la ley vigente

Para finalizar, debes aplicar la fórmula de cálculo que establece la ley. En general, en España, la compensación por despido se calcula con base en una indemnización de 20 días de sueldo por cada año de servicio, sin exceder las 12 pagas mensuales.

Sin embargo, es fundamental estar al día con la legislación laboral, ya que las regulaciones pueden cambiar y afectar este cálculo.

Indemnización: 20 días x salario diario x años trabajados.

Imagina que a Eva la despidieron por causas económicas. La compañía tiene la obligación de informar que, por la necesidad de reducir costos asociados a su posición laboral, tiene derecho a recibir una compensación equivalente a 20 días de salario por cada año de servicio prestado.

Eva trabajó durante 5 años y su salario anual es de 24.000 €. Para calcular su salario diario, divides 24.000 € entre 365, y obtienes 65,75 €.

Ejemplo: Salario diario: 24.000 € ÷ 365 días = 65,75 € por día.

La indemnización que Eva recibiría se calcula multiplicando 20 días por año trabajado por su salario diario. En su caso, la indemnización sería de 1.315 €.

Ejemplo: Indemnización: 20 días x 65,75 € x 5 años = 1.315 €.

Como esta cantidad no supera el tope máximo de 12 mensualidades, Eva recibiría una indemnización total de 1.315 €.

¿Qué indemnización me corresponde por despido procedente?

En el caso de un despido procedente, la compensación se determina utilizando como referencia una cantidad equivalente a 20 días de sueldo por cada año de servicio, sin exceder el límite de 12 pagas mensuales.

Sin embargo, sabrás que no todos los despidos son iguales y que la indemnización varía según el escenario. Así que, ¿cómo se traduce esto en la práctica?

  • Despido disciplinario: si es por causas disciplinarias y hay fundamentos comprobables, no hay indemnización que valga. Pero, ¿has hecho bien los deberes? Asegúrate de que hay documentos y justificaciones reales para evitar sorpresas.
  • Despido objetivo: aquí la cosa cambia. Si es por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción, y está en regla, toca indemnizar. La compensación es de 20 días por cada año de servicio, con un tope que no excederá las 12 mensualidades. Y recuerda, la notificación con 15 días de antelación es sagrada.

Si un empleado no está de acuerdo y lleva el caso a juicio, una sentencia de despido improcedente puede elevar la indemnización a 45 días por año trabajado hasta febrero de 2012, y a 33 días por año a partir de entonces. ¿Has calculado bien las cifras?

Pongamos un caso: un empleado con 5 años de antigüedad es despedido por causas objetivas. En caso de que sea un despido procedente, tiene derecho a recibir una compensación equivalente a 100 días de sueldo.

Pero si el juez lo declara improcedente, la indemnización podría ser de 225 días de salario por los años hasta 2012 y 165 días por los años posteriores. ¿Tienes todo bajo control?

Errores comunes en el cálculo de indemnización por despido procedente y cómo evitarlos

Sabes que cometer errores en este terreno acarrea consecuencias graves para la empresa, tanto económicas como legales. Por eso, debes identificar los siguientes errores más usuales y te daremos algunos consejos para prevenirlos.

  • Olvidar conceptos retributivos: salario base, horas extras, pluses... La indemnización se calcula sobre la base de todos los conceptos retributivos. Un descuido en este punto puede llevarte a una reclamación por parte del empleado, ¡y créeme, no querrás lidiar con eso! Para resolverlo, es fundamental que elabores un listado completo de todas las formas de compensación que recibe el empleado.
  • Confundir antigüedad: La antigüedad es otro factor clave en el cálculo de la indemnización por despido procedente. Un error en este punto significa una diferencia considerable en la cantidad final. ¿Cómo evitarlo? Asegúrate de tener a mano el historial laboral completo del empleado, incluso contratos, bajas y altas.
  • No aplicar la prorrata: En caso de despido procedente durante el primer año de contrato, la indemnización se calcula de forma proporcional al tiempo trabajado. No ignores este detalle, ¡podría costarte caro! ¿Consejo? Debes tener presente la normativa vigente sobre la prorrata.
  • Errores de cálculo: Sumas, restas, multiplicaciones... Un simple error matemático puede echar por tierra todo tu trabajo. ¿Solución? Revisa con atención tus cálculos y utiliza, si es posible, herramientas de cálculo específicas para este tipo de situaciones.
  • Desconocimiento de la normativa: Las leyes y convenios colectivos con relación a la indemnización por despido procedente pueden ser complejos. No te aventures en terreno desconocido sin la asesoría adecuada. ¿Tu mejor aliado? Un abogado o consultor especializado en derecho laboral.

Conclusión

Para determinar la indemnización por despido procedente es crucial prestar atención de manera meticulosa y estar al tanto de las últimas normativas en derecho laboral.

Asegúrate de emplear métodos y fuentes de información fiables para realizar el cálculo correcto, y en caso de incertidumbre, no dudes en buscar la orientación de un especialista.

Después de todo, calcular correctamente no solo es una cuestión de justicia para el empleado, sino también una forma de proteger a la empresa de posibles reclamaciones futuras. ¿No crees que vale la pena tomarse el tiempo para hacerlo bien?

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