Cuando pensamos en el propósito del área de recursos humanos de una empresa, lo primero que suele venir a la mente son las tareas administrativas. Sin embargo, en los lugares de trabajo de hoy en día los profesionales de RRHH desempeñan un rol mucho más amplio. Sus tareas son muy amplias y, entre otras, encontramos:
- Atraer y retenter el mejor talento.
- Impulsar la participación, el bienestar y el desempeño.
- Fomentar el aprendizaje y el desarrollo.
- Aumentar la motivación, el compromiso y la satisfacción dentro de la empresa.
Todo ello creando y fomentando una cultura corporativa que vaya en línea con la misión y visión de la empresa.
Para alcanzar estos objetivos, las empresas incorporan cada vez más los principios de la economía conductual en el diseño de programas, políticas corporativas, comunicaciones, gestión de cambio y capacitación. En la actualidad, hay muchas teorías para aumentar la motivación, pero hoy vamos a habar de la teoría del “empujoncito”.
¿Qué es un “empujoncito”?
La teoría del empujoncito, acuñada por los autores Richard Thaler y Cass Sunstein en Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth and Happiness trata sobre la creación de un ambiente que hace que las decisiones correctas sean fáciles de tomar.
«Solo el 10% de la toma de decisiones humanas se basa en una evaluación racional», dice Sille Krukow, fundadora de Krukow, una empresa que ofrece servicios de consultoría y desarrollo en diseño conductual.
«Traducir lo que sabemos que es correcto en un verdadero cambio de conducta requiere una cantidad extraordinaria de energía, y es por eso por lo que, el 90% de la toma de decisiones es impulsada por un sistema subconsciente o automático», agrega.
- 1. Reducir el absentismo laboral
- 2. Aumentar la productividad, priorizar el bienestar
- 3. Comunicarse de manera más efectiva
- 4. Fomentar una mejor calidad de vida
Avanzar hacia un verdadero cambio de conducta
«A menudo, las empresas celebran reuniones anuales para aumentar la motivación, comunicar la visión de la empresa y cómo los colaboradores deben comportarse en consecuencia. Después, esperan que las personas traduzcan esto en cambios de conducta», afirma Krukow, y agrega: «Si bien puede suceder durante la primera semana, a largo plazo tenemos que abordar el cambio de comportamiento de una manera diferente».
Los investigadores Philip Ebert y Wolfgang Freibichler sugieren estímulos bien diseñados que alinean el comportamiento inconsciente de los empleados con los objetivos de una compañía.
La incorporación exitosa de estos “empujoncitos” en el lugar de trabajo requiere algunos elementos clave:
- En primer lugar, las empresas deben identificar sus objetivos comerciales y conductuales específicos.
- En segundo lugar, para establecer una «arquitectura de elección» significativa o un entorno que influya en la toma de decisiones de los colaboradores, los profesionales de recursos humanos deben estar al día de la experiencia diaria de su plantilla y con la forma en la que toman decisiones.
- Y, por último, las empresas necesitan identificar y eliminar las barreras, que pueden ser tanto físicas, como sociales o psicológicas, que impiden lograr un cambio de comportamiento.
«El cambio conductual no implica el uso del conocimiento, sino más bien simples intervenciones que comprometan nuestros instintos humanos básicos», dice Krukow. Después de colocar botellas de agua en cada escritorio todas las mañanas, Krukow vio rápidamente los resultados de ese sutil empujoncito: los empleados bebían más agua, lo que los mantenía hidratados y les ayudaba a alcanzar objetivos básicos de salud.
Hoy en día, las organizaciones encuentran cada vez más conexiones entre empleados saludables y felices y una mayor productividad, mayor compromiso y menor absentismo.
Los estudios demuestran que simples “empujoncitos” pueden ser más efectivos cuando se trata de crear un cambio real y duradero.
Estos estímulos también refuerzan las evaluaciones anuales de desempeño. Los estudios muestran que los empujoncitos regulares durante todo el año mantienen a los colaboradores motivados y atentos a sus objetivos.
Un empujoncito hacia el futuro
Si bien el objetivo consiste en que fomentar la salud, reducir el absentismo laborar, aumentar el compromiso o aumentar la productividad, los profesionales de recursos humanos pueden fomentar cambios reales dentro de sus organizaciones al enfocar la atención y los recursos en este tipo de estímulos sutiles que impulsan la motivación de sus empleados y los empujan hacia la dirección correcta.
- [1] https://cezannehr.com/hr-blog/2016/04/5-things-hr-can-learn-nudge-theory/
- [2] http://www.nber.org/papers/w22316.pdf
