Me llamo Cristina y tengo 36 años. Soy de un pequeño pueblo de Huelva, pero mis estudios y mi carrera me han llevado a Madrid. Desde niña, siempre tuve una inclinación hacia el trabajo manual; de hecho, de pequeña decía que quería ser albañil. Con el tiempo, esa pasión se transformó en la carrera de aparejadores, luego de ingeniería, y finalmente, en la especialización profesional en el sector del Facility Management (FM).
Mi experiencia profesional ha sido variada y enriquecedora. He trabajado como gestora de mantenimiento en parques de bomberos, en el aeropuerto y como jefa de obra. Siempre he tenido roles muy técnicos y he trabajado estrechamente con los equipos. Para mí, es crucial tener todo claro y bien organizado para que todo el mundo pueda trabajar sin interrupciones.
Llegué a Sodexo gracias a una conversación con un amigo que me habló de un conocido que trabajaba allí y estaba muy contento. Aunque acababa de cambiar de empresa, no estaba satisfecha con el cambio, así que decidí postularme. Después de un proceso de entrevistas y una espera que parecía interminable, finalmente obtuve el puesto. Desde entonces, he estado muy contenta con mi decisión. Sodexo es una empresa que facilita la conciliación familiar y me permite hacer lo que realmente me gusta: organizar equipos y trabajos, tratar con el cliente y asegurarme de que todo se realiza y se documenta correctamente.
A pesar de tener ocho años de experiencia, aún veo que queda mucho camino por recorrer en términos de igualdad de género en el sector. A las mujeres que están empezando les diría que no existen trabajos de hombres y de mujeres, al igual que no existen juguetes de niños y niñas. Poco a poco, estamos logrando abrirnos camino. Cuando estudié, ya empezaba a haber más mujeres ingenieras, aunque las salidas profesionales aún tienden más hacia la investigación que hacia el FM. Sin embargo, cada vez somos más.
En Sodexo se apuesta por la igualdad y veo muchas mujeres en puestos de dirección y liderando equipos. Es una empresa que busca la diversidad y donde todos tienen su lugar. Aunque todavía hay pocas mujeres en el sector, estoy convencida de que, con esfuerzo y determinación, podemos cambiar esta realidad.
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