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Motivación laboral: qué es y cómo potenciarla

20 Agosto 2019

En cualquier empresa es importante que los empleados se sientan motivados. Si no, será difícil que lleven a cabo su trabajo con la rapidez y precisión necesarias para que las labores lleguen a buen puerto. Por ello, la motivación laboral debe ser una parte central de las políticas de la empresa. Además, la desmotivación puede conducir no solo a peores resultados en las tareas que los empleados deben realizar, sino a problemas de índole personal que pueden afectar a las relaciones entre los compañeros y convertirse en una seria preocupación para la compañía.

La motivación laboral requiere una serie de estrategias que ayudan a que los empleados mantengan la ilusión en sus puestos de trabajo y no se vean atrapados por la rutina, la monotonía y el aburrimiento. Es difícil definir qué tipo de estrategias deben ser estas, porque cada puesto de trabajo es diferente e implicará distintos problemas y métodos para solucionarlos. Pero sí se puede dar una serie de claves que ayuden a mantener alta la moral de los empleados.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que los empleados motivados no son productivos porque esta sea su obligación, sino porque quieren. El trabajo no es únicamente un método para ganarse el pan; es también un camino de realización personal. Si un líder es capaz de hacer ver esto a sus trabajadores, obtendrá mejores resultados que si les ofrece premios.

Por este motivo, uno de los primeros pasos para mantener a los empleados motivados es ligar sus objetivos personales con los de la empresa. Cuando un trabajador comprueba que es una pieza útil dentro del engranaje de su firma y que, además, está creciendo personalmente, sus ganas de trabajar y su productividad se verán incrementadas. Según un estudio del Dale Carnegie Institute, las empresas con trabajadores comprometidos con los objetivos de la organización son un 202% más productivas que las empresas con empleados desapegados.

Asimismo, la empresa debe hacer comprender al empleado sus objetivos a largo plazo. De acuerdo con un informe de la Society for Human Resource Management, un 77% de los empleados se sienten mucho más comprometidos con la organización y motivados con su trabajo si tienen claro cuáles son las metas de la empresa. Esto hace que las sientan como suyas, lo cual los lleva a tener un mayor compromiso y una mayor productividad.

En relación con esto, los líderes de las empresas deben mantener un contacto continuo con sus empleados. La comunicación es un pilar fundamental a la hora de conservar la motivación de los empleados, ya que si estos sienten que su jefe no está presente, difícilmente adquirirán un compromiso con la empresa. La constante comunicación y pasar tiempo con los empleados han demostrado resultar beneficiosos para las organizaciones, según un estudio de la Society for Knowledge Economics. Asimismo, un líder presente debe celebrar los objetivos conseguidos por sus empleados, ya sean grandes o pequeños. Esto ayudará a mantener la moral alta y hará al empleado sentirse valorado en la empresa y realizado personalmente.

Por otro lado, las firmas deben dejar espacio a sus trabajadores para que planteen sus propias soluciones a los retos surgidos durante el trabajo. Según un informe de la auditora Deloitte, un 42 % de los trabajadores que cambian de puesto lo hacen por no sentirse valorados dentro de su empresa. Si un empleado no siente que está desarrollando su potencial y sus habilidades, acabará aburriéndose y desmotivándose. Por ello, darles libertad para desarrollar sus ideas será un buen punto de partida motivacional.

En relación con este punto, no solo se debe dejar libertad a los empleados para solucionar los problemas que surjan en el puesto de trabajo, sino también apoyar sus iniciativas. Si un trabajador siente que sus ideas para mejorar la empresa son consideradas por sus empleadores, su compromiso con la organización crecerá y su desarrollo profesional y personal se verá satisfecho. Esto conduce a empleados más motivados y productivos que sienten las metas empresariales como propias.

Otro punto importante a la hora de mantener la motivación de los empleados es valorarlos por los resultados y no por su método de trabajo. Por ejemplo, si un trabajador tiene una jornada laboral de ocho horas y solo cumple seis de ellas pero realiza su trabajo de manera impecable, ¿qué importa que no trabaje todas las horas? Según un estudio de Harvard Business Review, aquellas empresas que dejan una mayor libertad al empleado en cuanto al modo en que debe hacer su trabajo son más productivas.

En este sentido, es importante también la conciliación laboral. Un empleado que puede compaginar de manera efectiva su vida personal con su vida laboral estará más satisfecho y será más productivo. Por ello, es más importante valorar los resultados que el camino seguido para conseguirlos.

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