Una de las principales misiones de Recursos Humanos es mejorar la capacidad de atraer y retener el talento en la empresa. El talento es uno de los recursos más apreciados en el panorama empresarial, ya que hace que una organización mejore en productividad y esté preparada para avanzar en los negocios sin que sea necesario realizar costosas inversiones en equipo o infraestructura.
Anteriormente, el talento se atraía a golpe de salario. De ahí que las grandes empresas fueran las únicas organizaciones capaces de contar con empleados de talento en su plantilla.
Sin embargo, en los últimos tiempos, el empleado tiene en cuenta algo más que su mero salario. Factores como la conciliación, el buen ambiente laboral o el bienestar en el trabajo son algunos de los motivos que se están empezando a tener en cuenta más allá del dinero recibido.
Esta nueva tendencia viene acompañada de un contexto de digitalización donde la información es libre y cada empleado puede informarse con detalle de cómo se trabaja en otras empresas. Haciendo una búsqueda en Google de la empresa en cuestión, ahora es posible saber cuáles son las ventajas o los inconvenientes de trabajar allí.
La suma del cambio de mentalidad y el contexto de la digitalización conlleva una crisis de estabilidad en las empresas en cuanto a su personal. El hecho de que el 63 % de los trabajadores crea que sería capaz de encontrar un trabajo mejor o que el 52 % de los empleados esté buscando activamente trabajo demuestra esta tendencia al abandono y la rotación de personal.1
Por suerte, en este nuevo panorama donde el salario ya no lo es todo y donde es cada vez más sencillo acceder a la información sobre las empresas, se ha producido un gran cambio en lo relacionado con la atracción y retención de talento. Ahora las empresas de cualquier tamaño pueden competir por el talento sin tener que aumentar su masa salarial. En lugar de ello, lo hacen a través de la imagen corporativa, es decir, del employer branding.
¿Qué es el employer branding?
El employer branding es uno de los conceptos clave en el panorama actual de recursos humanos. Significa en español “marca empleadora” y es la imagen que ofrece la empresa al público, que transmite tanto lo que el empleado puede esperar si trabaja allí como lo que puede ganar o aprender.
Las estrategias de employer branding están destinadas, pues, a potenciar la imagen de la empresa en general y lo consiguen aprovechando las nuevas herramientas digitales como las redes sociales o la tecnología multimedia.
Pero, recursos aparte, se puede mejorar la imagen empleadora a través de dos vías:
Employer branding externo. Se trata de todas las acciones de la empresa destinadas a mejorar la atracción de talento. Por eso, aquí se tiene en cuenta la imagen externa de la empresa, es decir, la que se ve desde fuera.
El público meta es el potencial empleado, ya sea aquel que busque un empleo o el que esté trabajando a disgusto en la competencia. El objetivo no es otro que hacerles ver que nuestra empresa es un lugar atractivo para trabajar.
Para ello, es necesario comunicar la cultura corporativa, los compromisos y las ventajas de trabajar en la empresa a través de herramientas como las redes sociales, las ferias de empleo o los sitios web corporativos.
Employer branding interno. El employer branding interno, por su parte, son las acciones destinadas a favorecer la retención de talento de la empresa. Para ello, se considera la imagen interna de la empresa, que es la que tienen en cuenta los empleados actuales de la plantilla.
Para garantizar la retención de talento, es necesario apostar por aspectos como la motivación, la satisfacción y el compromiso de nuestros empleados. En este sentido, crear un sistema de recompensas por objetivos, organizar actividades extralaborales o los beneficios sociales son algunas de las iniciativas típicas del employer branding interno.
¿Por qué es tan importante para tu empresa?
Los departamentos de RR. HH. de casi todas las empresas punteras tienen en cuenta tanto el employer branding externo como el interno. Presentar una imagen corporativa atractiva es una cuestión básica que conlleva numerosas ventajas:
1. Consigue que tu empresa sea un lugar más atractivo para trabajar
La ventaja más evidente del employer branding es la retención y atracción de talento.
Por una parte, mantener una buena imagen corporativa hace que conectemos con los empleados actuales. A través de su empatía por la organización y creando un espacio óptimo de trabajo, seremos capaces de retener a los mejores trabajadores, es decir, de hacer que los empleados con talento deseen hacer carrera en nuestra empresa.
Por otra parte, el employer branding también consigue captar el interés del potencial empleado o del empleado externo.
2. Potencia la productividad y genera ahorro
Pero, además de atraer y retener mejor el talento, una empresa con un buen employer branding se beneficiará de otras ventajas como el aumento de su productividad.
Por otro lado, el employer branding también ayuda a mejorar la satisfacción y la motivación de la plantilla. Estos factores fidelizan a los empleados con la empresa, lo cual se traduce en una reducción del absentismo laboral y de la rotación de personal. Evitándolos conseguiremos ahorrar el tiempo y el dinero que estos fenómenos suponen para RR. HH.
3. Fomenta el buen ambiente
Muchas de las acciones de employer branding, como el uso de las RR. SS., se caracterizan por empoderar al empleado ofreciéndole mayor voz y visibilidad.
Estas iniciativas muestran que en la empresa existe un espacio de comunicación abierta donde se fomenta la transparencia y la cercanía con la plantilla, conceptos cada vez más valorados por los empleados.
