El trabajo siempre ha sido un aspecto crucial en nuestra vida, pero hoy en día es necesario además que las empresas ayuden a los empleados a equilibrar la vida personal y la profesional. En muchos sentidos, ahora es un problema habitual lograr ese equilibrio, ya que con la tecnología móvil estamos más conectados que nunca al trabajo.
Por eso cada vez es mayor la sensación entre los empleados de que no hay tiempo para todo. Esta concepción es destructiva para la persona y para la organización, que debe ayudar al empleado mediante una cultura que fomente un equilibrio saludable.
Entonces, ¿cómo pueden los líderes de hoy crear culturas donde los empleados puedan desconectar y se animen a hacerlo, permitiéndoles dedicar ese tiempo a su familia y lograr el equilibrio?
1. Define cómo quieres que se vean la cultura y los valores de tu empresa
En primer lugar, conviene establecer los valores en los que se basa la cultura de la empresa. Si queremos una cultura que favorezca la conciliación, debemos fomentar valores coherentes con este objetivo como pueden ser la comunicación, la solidaridad, la flexibilidad, etc.
En esta línea, Michael Monteiro, CEO de Buildium, afirma que para que la cultura de una empresa tenga éxito hay que responder a estas tres preguntas:
- ¿Por qué nuestra empresa hace lo que hace (por qué existimos)?
- ¿En qué creemos (cuáles son nuestros valores)?
- ¿Dónde queremos ir con la empresa (cuál es nuestra visión para la empresa)?
2. Analiza cómo es la cultura de tu empresa y haz cambios si es necesario
Una vez contestadas estas preguntas, el siguiente paso es centrarse en lo que ya hay. Todas las circunstancias previas de la empresa, como su conjunto de creencias o valores, son importantes para la construcción de una cultura conciliadora.
También conviene adaptarse a la plantilla actual de manera activa: no todos los empleados son iguales y el “café para todos” ya no vale. Por ello, es crucial conocer a tus empleados y sus necesidades. De esta forma, podrás establecer una política conciliadora eficaz que les haga partícipes de la cultura de la empresa.
3. Construye de arriba abajo
Pero no solo es cuestión de los empleados; el cambio también pasa por los responsables y líderes de la compañía. En toda empresa, los líderes marcan factores como el ritmo o la forma de trabajar y por eso se sitúan en el centro de atención de sus empleados.
Como principal cabeza visible de la empresa, todo director ha de saber que debe predicar con el ejemplo, ya que tiene gran influencia sobre sus empleados. Si un directivo trabaja las 24 horas del día, nunca se va de vacaciones y no prioriza a la familia, entonces la cultura organizativa reflejará este valor.
El líder ha de adoptar una forma de trabajar que favorezca el equilibrio, de tal manera que demuestre a sus empleados que la conciliación es posible.
4. Crea un entorno propicio para la salud y el bienestar
Enfrentarse a las demandas del trabajo y de la familia no es nada fácil en la mayoría de las situaciones. Para resolverlo, cada empleado necesita un tiempo en el que recuperarse del esfuerzo realizado. Con el fin de mejorar la calidad de vida del trabajador, conviene preocuparse por el bienestar de la persona en conjunto.
En este sentido, un entorno que cuide la salud y el bienestar favorecerá el equilibrio entre la plantilla. Acciones como fomentar pausas laborales que hagan que las personas se muevan o salgan, colaborar en el pago de la mensualidad del gimnasio o apoyar la participación en actividades que promuevan el bienestar emocional son un ejemplo de ello.
También existen medidas destinadas a advertir sobre los inconvenientes de una vida poco saludable. Así, es posible fomentar la conciliación informando a los trabajadores, a través de jornadas o talleres, de los peligros de una alimentación deficiente y de unos hábitos erróneos, aspectos que, además, perjudican a la productividad de la empresa.
5. Alienta a los empleados a usar su tiempo libre y apóyalos cuando lo necesiten
En lo referente al uso del tiempo libre, muchas compañías mantienen una política de “uso o pérdida”. Esto sucede, por ejemplo, cuando una carga de trabajo es tan grande que el empleado sacrifica sus ratos libres trabajando horas de más o haciéndolo durante sus pausas, de modo que pierde tiempo para destinarlo a su vida personal.
Debido a que hablamos de un problema muy común, nuestra labor es insistir a los trabajadores en que aprovechen sus descansos en la jornada para dedicar un tiempo a despejarse. Si los empleados viajan por trabajo, se les puede sugerir que tomen unos días adicionales de vacaciones. Así, evitar que un empleado se sienta “quemado” en su trabajo es una responsabilidad de la empresa y de la cultura de esta.
6. Fomenta el teletrabajo o el smart working
En cuanto a acciones específicas de gran impacto en la conciliación de los trabajadores, las medidas más conciliadoras tienen que ver con su empoderamiento.
Así, mediante el teletrabajo, conseguiremos que el empleado mejore su equilibrio trabajando desde casa. Smart working, por su parte, es una estrategia que va un paso más allá eliminando el concepto de oficina y habilitando al empleado a trabajar desde donde y cuando desee, una vez pactado el trabajo que debe realizar.
Ya sea siguiendo un método u otro, para garantizar un rendimiento idóneo, es conveniente el fomento del uso de las tecnologías de videoconferencia como Zoom o Go-To-Meeting, que permitan a cualquier persona del equipo asistir a reuniones de trabajo sin salir de casa.
