Las empresas que apuestan por el salario emocional a la hora de retribuir a sus empleados están de enhorabuena.
Los cheques y tarjetas de comida, uno de los elementos más presentes en las políticas de retribución flexible y en los planes de beneficios sociales, han aumentado su exención fiscal de 9 a 11 euros, con lo que se ajustan mejor a la realidad actual.
Esta medida actualiza los importes de los vales de comida con relación al coste medio del menú en las grandes ciudades –donde más se emplean estos servicios–, que se había incrementado sensiblemente debido a la inflación y de los costes de producción para los restaurantes.
Los cheques Restaurante Pass de comida generan una satisfacción muy alta, y las empresas que los incluyen en sus políticas de gestión de personas han comprobado que reducen el absentismo laboral un 37,7%, lo que supone un aumento de la productividad superior a 1,7 millones de horas.
En la modalidad de retribución flexible, el empleado puede escoger hasta el 30 % de su salario en forma de servicios con ventajas fiscales, que en el caso de los cheques y tarjetas de comida con la exención fiscal de los 11 euros, aumenta su poder adquisitivo en más de 600 euros al año.
¿Cómo aumenta el poder adquisitivo del empleado?
- Importe destinado a comidas: 11€/día * 20 días laborables/mes * 11 meses: 2.420€
- Sin retribución flexible, el IRPF del trabajador hubiera ascendido a 3.534,75€
- Con retribución flexible, el IRPF que paga el trabajador es de 2.881,20€
Cada vez son más las empresas que se preocupan por ofrecer a sus empleados algo más que una compensación monetaria. Este aumento de la exención fiscal de los cheques y tarjetas de comida sin duda ayudará a que estas políticas sean aún más efectivas y se ofrezcan cada vez más beneficios a empresa y trabajadores.
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